Comprar una casa en Los Angeles es un sueño que no está al alcance de cualquiera. Y no es un cliché. El precio medio de una vivienda en la principal urbe de California es de $696.000 dólares, de acuerdo al portal Zillow, por lo que nadie que gane menos de 127.000 dólares al año puede permitírselo. Por eso, intentar el anhelo de una casa propia con $100.000 dólares o menos puede resultar una pequeña odisea.
No es imposible, sin embargo. Hay opciones varias, aunque pueda parecer mentira en medio de uno de los mercados inmobiliarios más alcistas de la historia de Estados Unidos. Eduardo Slesaransky, inversor inmobiliario y fundador de ARGHome Buyers.com y Green Sur Properties, ha seleccionado y analizado tres propiedades para Yahoo Finanzas de su amplio catálogo.
Ninguna está cerca del centro de Los Angeles. De hecho, comprar en esas localidades supondría aceptar vivir a casi dos horas de Hollywood, Santa Mónica o Pasadena, algunas de las zonas más cotizadas de la segunda ciudad en importancia de EEUU.
La primera, a la venta por $100.000 dólares, está en Eastvale, Riverside, en pleno desierto californiano. Es una “Mobile Home” de dos habitaciones y dos baños con una superficie de 1.488 pies cuadrados (138.25 m2), construida en el año 1973.
Este trailer está emplazado en un lote de 6.098 pies cuadrados (566.5 m2) y cuenta con un garage para 2 automóviles. La casa está en un cul-de-sac, lo que le permite mayor privacidad y cuenta con un gran patio. La casa propiamente dicha cuenta con abundante luz, lo que hace que se aprecie el nuevo revestimiento del piso.
Esta propiedad está ubicada dentro del complejo Palm Desert Greens, donde se puede disfrutar del golf al estar incluido en los gastos de comunidad: $290 dólares al mes.
La segunda es una casa de verdad, como quien dice, un condominio ubicado muy cerca de la ruta 111 y a minutos de la autopista Interestatal 10, permitiendo fácil acceso a los viajes al centro de Los Angeles, San Diego y otras zonas costeras. Esta casa queda a minutos del centro de Palm Springs, cerca de Desert Regional Medical Center, del Spa Casino, centros comerciales y restaurantes. Cuenta tan solo con un dormitorio y un baño en una superficie de 589 pies cuadrados (unos 55 metros cuadrados). El precio: $100.000 dólares.
Y la tercera es una propiedad muy cómoda y bonita ubicada en el parque Swan Lake Mobile Home Park de Eastvale, California. Cuesta $58.000 dólares y cuenta con una distribución abierta, tres dormitorios, dos baños, lavadero incorporado dentro de la casa y una cocina muy cómoda.
Todo ello dentro de un complejo con una piscina grande con cascada, además de otra piscina climatizada y un spa, sala de billar con 4 mesas, club house con piano de concierto, zona de asadores, sala de conferencias, cancha de basketball, espacio para casas rodantes, parque de juegos y una sala de banquetes.
Ofrece tres dormitorios y dos baños en 1.152 pies cuadrados (casi 110 metros cuadrados).
“La gente que no es muy pretenciosa puede vivir cómodamente en una casa de $100.000 dólares”, dice Slesaransky. “Pero el 95% de la oferta por ese precio son casas móviles. No son casas tradicionales. Lo curioso es que cuando se entra en una, es difícil saber que están manufacturadas previamente. Y las hay muy grandes”.
El problema, según este experto, es “el estigma que tiene el decir que vives en una casa móvil, y que hay poco terreno desocupado en zonas atractivas”. La mayoría de la oferta está alejada de actividad cultural, de oficinas o buenos trabajos. Aún así, Slesaransky plantea la alternativa de comprar un lote baldío y adquirir después un trailer. “Lo único que tendría que pagar el dueño son los impuestos del terreno”, explica.
En cuanto al hecho de que todavía se puede conseguir una casa por ese precio en el cuarto mercado inmobiliario más caro del país, el empresario dice que sorprende si se compara con Beverly Hills o Pasadena, “pero es un mercado distinto y un estilo de vida diferente. Toca cambiar la mentalidad, como todo. El que busca encuentra”.
Éste es un extracto del artículo publicado en Yahoo! Deportes escrito por Pablo Scarpellini en Noviembre 2019. Para acceder al artículo completo por favor visite este link
